Más allá del conocimiento de un lenguaje específico, la habilidad más valiosa para un programador es la capacidad de pensar de manera algorítmica y lógica. Este pensamiento incluye:
- Descomposición de problemas: Dividir un problema complejo en partes más manejables y solucionables.
- Reconocimiento de patrones: Identificar y utilizar patrones comunes en problemas diferentes para encontrar soluciones eficaces.
- Abstracción: Simplificar los detalles de implementación para centrarse en los aspectos esenciales de un problema.