Vía microsiervos:
Si la definición del SHA-256 suena un poco rara y marciana es porque si no estás muy puesto en criptografía y las matemáticas relacionadas lo es. En lenguaje llano se podría decir que es una función que transforma un fichero cualquiera en un valor de longitud fija único, llamado hash. Y ese valor, que es una especie de suma de control, valor de verificación o firma única tiene ciertas propiedades interesantes en múltiples aplicaciones en criptografía y seguridad. La utilidad es que a partir de ese valor, que en el caso del SHA-256 son 256 bits, es imposible generar el documento original, pero sobre todo es prácticamente imposible encontrar otro documento que produzca el mismo hash si no es buscando «por fuerza bruta», debido a que es una especie de función en un sólo sentido. Y eso no siempre es posible, lo cual garantiza su seguridad.